LA CONSULTA DE TAROT

LA CONSULTA
Para las consultas de la magia con cartas, es conveniente instalarse en un lugar tranquilo, sin ruidos y sin movimientos cercanos o distracciones que puedan perjudicar nuestra concentración.
Es recomendable mantener un recipiente con agua sobre la mesa, ya que ella absorbe las energías negativas del ambiente (yo tengo una copa de cristal con agua y algunas piedras, como por ejemplo, Piedra Luna, Amatista, Cuarzos, etc.)

Por lo general, las personas que consultan lo hacen porque tienen alguna aflicción o problema por resolver, y vienen cargados de tensión y nerviosismo.

El agua nos ayuda a neutralizar estas energías y evita que nosotros mismos absorbamos parte de estas vibraciones.

Cuando se suceden en la consulta de la magia con cartas varias personas muy negativas, el agua se llena de burbujas.

Es indispensable vaciar el recipiente todos los días: aunque parezca increíble es muy bueno regar las plantas con esta agua, porque tienen la capacidad de reciclar las energías.
Además se debe encender una vela, que representa la luz espiritual del tarotista.

Yo utilizo una vela de color correspondiente al día de la semana, por ejemplo Lunes, blanca, Martes, roja, Miércoles; amarilla, Jueves, azul, Viernes, verde, etc.
Es necesario envolver el mazo con un pañuelo de seda de su color preferido, y guardarlo dentro de una caja de madera.

La madera sirve para aislar todas las vibraciones del entorno.
Nuestra consigna debe ser, siempre, “que el consultante de la magia con cartas salga mejor de lo que entró”.

Por lo tanto, los mensajes que damos deberán ser positivos y alentadores: en caso de que se encuentre en problemas serios, hay que trasmitir las malas noticias con delicadeza.
No es bueno consultar las cartas si se está nervioso, cansado, deprimido o apurado.

Se debe tener paz mental par poder recibir los mensajes adecuadamente.
Durante el estudio, es conveniente mezclar muchas veces las cartas, para impregnarlas con nuestra energía personal.

Al final de la consulta de “magia con cartas”, hay que proceder a “curar” las barajas, lo que significa que debemos realizar un procedimiento mediante el cual el mazo quede listo para ser utilizado profesionalmente.
No es necesario poner las cartas en orden correlativo luego de utilizarlas.

Cada vez que se inicia una consulta se deberá mezclar el mazo en presencia del consultante siete veces como mínimo.

La intuición es la que nos indica cuando el mazo está listo.
Es bueno preguntar el nombre completo y la fecha de nacimiento de la persona y repetirlo mentalmente durante el proceso de mezcla.

Cuando se consulta por alguien, en el transcurso de la magia con cartas, que está presente, debemos obtener esos datos primeramente, y luego, efectuar la mezcla repitiéndolos.

De esta manera, se van programando las cartas para que nos informen acerca de la persona en cuestión.
Es muy bueno invocar la guía de alguna entidad espiritual, para que nos ayude a brindar la mejor información posible en la consulta de la magia con cartas.

Se puede llamar a alguna presencia religiosa, un maestro espiritual o a Dios para que el encuentro sea sagrado.
No hay que obsesionarse ni asustarse ante lo que revelan las cartas.

Todo lo que nos presentan y hacen sentir es factible de ser cambiado si empleamos nuestra voluntad y libre albedrío.