ARCANO – LA JUSTICIA
Por complejos motivos astrológicos ligados a
particulares concepciones iniciáticas, Waite asignó La Justicia al número XI. En
cualquier caso, el esoterista británico permaneció fiel a la iconografía
tradicional.
Esta figura no es expresión de la justicia
espiritual, es decir, el orden establecido por la Providencia , sino que
representa una idea más terrenal que involucra la moral humana. En suma,
es la legalidad, un valor altísimo, pero inferior a los misteriosos
designios divinos que hacen quizás imposible distinguir el bien del mal.
Su rostro sonriente pero al mismo tiempo inmóvil y
severo, es el de Astrea, la diosa griega de la Justicia , que sostiene la
balanza equinoccial, subida al cielo a retirarse entre las nubes, hastiada de
la injusticia de los hombres.
El ángel alado del Zodíaco, que recuerda y
sintetiza las funciones de San Miguel, tiene la cabeza adornada con una corona
de hierro, maciza como su trono, que alude al rigor de la ley. En la mano
derecha empuña la espada de doble filo de la fatalidad, destinada a
reestablecer, con el premio o la pena, el equilibrio roto; y con la izquierda
sostiene la balanza, que pesa y cuantifica los errores cometidos.
Representa, por tanto, la razón, la conciencia con
la cual nunca se debe llegar a compromisos; el equilibrio del bien y del
mal, de la luz y la oscuridad, del macho y de la hembra, bien sintetizado por
los colores alquímicos de sus vestiduras, el rojo y el verde; así como el
triunfo de la verdad, aunque se trate de una verdad desagradable y difícil de
aceptar.
Cabe destacar que el número del arcano, el ocho, es
decir, cuatro por dos, es el número de la estabilidad y de la eternidad,
obtenida gracias al perfecto equilibrio de los opuestos.
No es casual que, en el budismo, el camino por
recorrer, basado en el justo medio, en la conciliación de los opuestos, se
denomine <<óctuplo sendero de Buda>>.
El ocho también es el número de Saturno, el planeta
más alejado y frío, más viejo y riguroso: el severo señor de la razón y de la
lógica, de la disciplina y del rigor, prerrogativas sintetizadas a la
perfección por este arcano.
Buena para los buenos, mala para los malvados,
incluso derecha la Justicia
es un arcano de doble filo: cada cual recoge lo que ha sembrado, cada cual
tiene lo que se merece.
Sea cual fuere el resultado del juego, será el
justo para el consultante.
En efecto, la carta, sobre todo si se combina con
arcanos positivos, anuncia integridad, rigor, imparciabilidad de juicio,
honradez, moralidad, razón, equilibrio, virtud, firmeza de opiniones y
propósitos.
Es preciso atenerse siempre a un comportamiento
correcto, acorde con las necesidades de la colectividad y de la familia.
Se ve favorecida sobre todo la vida de relación,
con la condición de que se sepan controlar los parámetros interiores.
Incluso la situación más difícil puede mantenerse
bajo control, si se afronta con espíritu organizativo, exactitud y método.
De todos modos, tratándose de un arcano severo,
puede hacer referencia a restricciones temporales y necesarias, obligaciones a
las que someterse, buenas acciones que no deben aplazarse, decisiones
importantes que tomar.
Si todo se ha hecho del mejor modo, la recompensa
se encuentra cercana; se hará justicia a las ofensas recibidas y las acciones
altruistas se verán retribuidas con honores, premios o resarcimientos públicos.
Éxitos legales, victorias procesales a la vista,
gracias al interés y a los útiles consejos de un jurista.
En efecto, además de hacer referencia a la justicia
divina, el arcano alude a la justicia humana: leyes, códigos, política y
diplomacia.
Si la consulta trata de una cuestión específica, la
realización es segura, a pesar del tiempo y de la demora que resultará, a la
larga, positiva.
Cualquier resultado, favorable o no, deberá ser
aceptado sin rebeliones y sin rencores, apelando a la lógica y sentido común
que emana la carta.
Si sale en último lugar, asegura que, a pesar de
los obstáculos presentes, al final el consultante obtendrá la victoria.
Si La
Justicia hablara (La via del Tarot)
Equilibrio, perfección.
Palabras clave:
Mujer - Maternidad - Soberana - Balanza - Cimiento - Compleción - Decidir - Valor - Juzgar - Perfección - Presencia - Hacer trampa - Autorizar - Prohibir - Equilibrar...
«Allí donde el espíritu tiene la misma dimensión que la materia, allí donde no se sabe si la densidad es la raíz del éter, donde el éter genera la densidad; allí, en ese equilibrio eterno e infinito, estoy yo.
La realización del universo es mi justicia; que dé a cada galaxia, a cada sol, a cada planeta, a cada átomo, el lugar que merece.
Palabras clave:
Mujer - Maternidad - Soberana - Balanza - Cimiento - Compleción - Decidir - Valor - Juzgar - Perfección - Presencia - Hacer trampa - Autorizar - Prohibir - Equilibrar...
«Allí donde el espíritu tiene la misma dimensión que la materia, allí donde no se sabe si la densidad es la raíz del éter, donde el éter genera la densidad; allí, en ese equilibrio eterno e infinito, estoy yo.
La realización del universo es mi justicia; que dé a cada galaxia, a cada sol, a cada planeta, a cada átomo, el lugar que merece.
Gracias a mí, el cosmos es una danza.
Cada nacimiento, cada espiral, cada estrella que se
apaga tiene su lugar en el universo.
Permito que cada ser sea lo que es; cada partícula
de polvo, cada cometa, cada huérfano merece cumplir el cometido que la ley
suprema le ha dado.
A la menor desviación de ese decreto, pronuncio el
castigo supremo: el que se desvíe será expulsado del presente.
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