EL ESPÍRITU DEL TAROT
Silenciosa y hierática, La Papisa, representa la sacerdotisa del misterio, o el conocimiento en femenino; respetada y secundada en los tiempos mas antiguos como la vía de la intuición y del corazón, aun antes de que la religión y la cultura se desviasen hacia una búsqueda mas activa, masculina, basada en la razón y no en la videncia o en el secreto.
La Papisa, vinculada simbolicamente a la Luna, que regula la emotividad y la videncia, es la señora de los saberes nocturnos, iniciatico y, por ello, vedados a la mayoría.
Así pues, para levantar el velo que le marca el rostro, bien representado en la imagen del arcano por la tela que tiene alrededor de la cabeza, es preciso recorrer un largo y sufrido camino interior, a través de un aprendizaje que no deriva de los libros o del acercamiento racional a la verdad, sino del contacto directo con las fuerzas secretas del inconsciente, revigorizadas a través del rito.
El Libro que la Papisa tiene sobre las rodillas no es, por tanto, un libro al que se penetra a través del intelecto, sino que se asimila exclusivamente con el corazón.
Para conocer a fondo las cosas -reitera la imagen- no es suficiente la mente, la vía racional, activa, masculina, sino que es necesario emprender y experimentar la femenina, nocturna, intuitiva, reprimida o semidesconocida, además de castigada incluso con la hoguera, durante los duros siglos de la lucha por el poder femenino.
La Sacerdotisa, custodia de la verdad, se sienta a la entrada del Templo de Salomón, del templo masónico donde se produce la transformación interior mediante el rito y la confrontación con las ideas ajenas.
Además de las dos columnas, Jakin y Boaz, ocultas por la figura, emblemas respectivos del Fuego y del Agua, ello se revela por la contraposición de los colores en sus ropas, donde el rojo, lo masculino, lo activo, el yang, se mezcla con lo verde, lo femenino, lo receptivo, el ying, para alcanzar la perfección a través de la coincidencia de los opuestos.
Este arcano corresponde al número dos, lo femenino, a la letra BET del alfabeto hebréo, la puerta (de la iniciación), y a la sephiroth Geburah, relativa a la severidad de la ley y al orden del universo.
Laura Tuan
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