EL VILLANO O EL MAGO
El villano, figura tradicional en los mercados y en las plazas medievales, no representa en realidad al prestidigitador, como tampoco el Loco es el titiritero, sino al joven iniciado en la magia.
Empuña con la mano izquierda la vara de mando, que significa el Fuego primordial, inicio de cualquier acción, mientras que con la derecha señala los instrumentos del oficio: el vaso, o la copa, símbolo del elemento Agua y de la sabiduría; el cuchillo, es decir, la espada, emblema del Aire y del coraje; y los dados, que recuerdan por su forma cubica la estabilidad de la Tierra y el poder coercitivo de la voluntad.
Lleva una indumentaria variopinta en la que, no obstante, predomina el rojo, color de la actividad, de la energía y del impulso juvenil, mientras que el curioso sombrero, en forma de ocho invertido, alude al infinito.
Representa, en síntesis, el enfoque cognoscitivo, típicamente occidental, obtenido a través de la progresiva expansión de los propios horizontes, mediante la búsqueda y la experimentación, dirigidas al exterior de uno mismo.
Cabe destacar el color dorado del suelo, que reproduce el de los cabellos del joven, símbolo de la búsqueda de perfección.
El mismo significado tienen también las tres patas de la mesa y los tres colores del traje; rojo, verde y amarillo, porque el tres es el numero de la síntesis alquímica y de la perfección, donde cualquier resistencia y cualquier oposicion puede ser anulada.
Corresponde a la sephiroft KETHER; corona del árbol cabalístico de la vida, y entre las letras del alfabeto hebreo, a la primera de la serie, ALEF, que parece trazar con el movimiento de los brazos.
Laura Tuan.
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